Prueba Kawasaki W800 2021, clásica de verdad

La Kawasaki W800 es tal y como esperas. No es ni tan urbana como su hermana Street ni tiene un corte tan deportivo como la Café, motos con las comparte gama. Está pensada para hacerte viajar al pasado con unas geometrías que recuerdan a sus hermanas primigenias de finales de los 60, hecho al que ayuda su llanta delantera de 19 pulgadas. Tiene un manillar bajo y ligeramente curvado hacia detrás, detalle que, combinado con un asiento largo, cómodo y mullido y unas estriberas ligeramente adelantadas, hace que la postura en marcha sea súper cómoda. Al ser una moto estrecha manejarla en parado y llegar al suelo con los dos pies es una tarea muy sencilla casi para todos los mortales.

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Además, esta última versión de la casa japonesa ha recibido algunas mejoras que debes conocer. Los tubos del chasis han aumentado ligeramente su diámetro respecto al modelo anterior y las barras de su horquilla telescópica son ahora de 41mm. Además, los discos son de nueva hornada y se han ajustado las emisiones para adaptarse a la exigente normativa Euro5. Los detalles cromados y su doble escape “peashooter” terminan de darle ese aire original y propio de los 70. De serie incorpora caballete central, algo exclusivo de esta versión.

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Evidentemente su estética es lo que te seduce a primera vista, pero lo que realmente marca su carácter es su motor bicilíndrico en paralelo de 773 cc. Kawasaki ha sido muy escrupulosa al mantener la configuración original respetando el concepto de propulsor de 1964, pero eso sí adaptándose al mundo moderno con inyección electrónica y 8 válvulas. Esto hace que en marcha su parte mecánica cumpla la misión de darnos sensaciones “de antes” pero la seguridad y eficiencia de toda la tecnología moderna.

No debemos olvidar que la Kawasaki W800 sólo está disponible con una potencia de 48 caballos, por lo que se puede conducir con el carné de moto A2. Esto desde mi punto de vista es un acierto ya que el motor ha sido concebido para trabajar con esos Kw y saca lo mejor de ellos desde muy abajo como veremos a continuación.

La nueva Kawasaki W800 es una moto dócil y predecible, virtudes que puedes esperar de una máquina con potencia contenida. Además, es una moto con personalidad y carácter, cualidades perfectamente compatibles con las anteriores y que tienen mucho que ver con su entrega de potencia, que llega con fuerza desde muy abajo, y con el sonido de su doble escape “escupe guisantes”, que contribuye a mejorar las sensaciones al manillar.

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Y con ese sonido bronco puedes pensar que la moto vibra… pero apenas transmite vibraciones hasta prácticamente llegar a la línea roja. Esto hace de su conducción una delicia en la franja baja y media del cuentarrevoluciones, rango en el que la W800 se muestra en su salsa.

A pesar de su potencia justa el tacto de gas es muy inmediato y en todo momento tenemos par para movernos con soltura. Puedes ir en marchas largas muy bajo de vueltas y hacer una conducción muy fluida o bien jugar arriba sacando su lado más canalla, y siempre encontrarás diversión. Sus 5 marchas están perfectamente escalonadas para saborear cada una de ellas. Además, gracias a su embrague anti-rebote podrás reducir sin miedo a movimientos inesperados en el tren trasero. Conociendo sus limitaciones esta Kawasaki te da muchísimas alegrías. Sobre todo porque sorprende su dinamismo en cuando sales a hacer curvas.

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El nuevo chasis y suspensiones son más eficaces de lo que puedas creer a simple vista y, aunque monta llanta 19 delante, es precisa y divertida. En curvas sorprende por cómo lee el asfalto y será en las enlazadas rápidas donde verás el buen trabajo que se ha hecho en su parte ciclo. La nueva horquilla telescópica y el acertado tarado del doble amortiguador trasero otorgan a la moto un plus de estabilidad a la hora de negociar trazadas. Eso sí, con pasajero se sienten un poco más rebotonas de detrás y deberás tenerlo en cuenta en los apoyos más fuertes. Desde nuestro punto de vista solo penalizan su limitada potencia de frenada, ya que con sus 226 kg declarados un único disco delantero se hace insuficiente, y su nula protección aerodinámica, que dificulta superar los 120 km/h.

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Si te gusta salir de ruta agradecerás sus bajos consumos. Sus 15 litros de depósito te permitirán superar los 250 km sin repostar ya rara vez se superan los 5 litros de media. Eso sí, echaras en falta algo más de información en el display, que sólo ofrece odómetros y hora.