Estamos seguros que esta es la más atractiva de las motos más desconocidas, la Kawasaki Mystery Ship Turbo, ¡super kitsch!
Tómese una moto japonesa de los 70′, retíresele toda la carrocería -depósito, asiento, tapas, laterales…- y añádasele una colección de nuevas fibras más atractiva que la original. Esta es la aventura de un americano llamado Craig Vetter, padre de la Kawasaki Mistery Ship Turbo que ves aquí.
La idea de Vetter era diseñar una moto en su totalidad, partiendo de la base de una moto japonesa potente. Tomó una Kawasaki KZ1000 MKII tetracilíndrica de 1980 y eliminó absolutamente todo, incluyendo las llantas y las suspensiones, dejando solamente el chasis, los frenos y el motor.
Se modificó la pipa de dirección, se añadió un basculante de sección rectangular, se eliminó el subchasis y todos los herrajes de anclajes de componentes y fibras, y se reforzó el chasis doble cuna de acero.
Le añadió unas llantas de aleación de magnesio Dymag -en lugar de las de radios de serie- y un escape 4 en 1 Yoshimura –el conocido “Pops” Yoshimura fue su socio en el proyecto-, además de un kit de fibras de dos piezas, que incluía un picudo carenado, el depósito de combustible, tapas laterales portanúmero y el conjunto asiento-colín.
La Kawasaki Mystery Ship debería de haber sido una serie de 200 unidades
La moto era monoplaza, con el piloto sentado muy retrasado y estirado sobre la moto, con un manillar de tubo -en lugar de semimanillares-, una típica postura deportiva de los 80. El resultado fue una moto espectacular que nada tenía que ver con la KZ1000 original.
Tras construir la primera moto la idea era fabricar una corta serie limitada de 200 unidades, con varios “stage” de preparación opcionales; cada moto llevaría unos portanúmeros laterales con un dorsal único que la identificaría, a modo de número de unidad limitada.
Pero el problema fue un elevado precio de casi 10.000 dólares en 1980, cuando la KZ1000 costaba unos 3.500, y que Vetter sufrió un aparatoso accidente en ala delta, que le privó de seguir ensamblando motos…
Logró fabricar solamente diez, muy lejos del planteamiento inicial, aunque dos de las diez unidades fueron dotadas de un turbo -que era una de las opciones ofrecidas por un extra de 1.700 dólares- que incrementaba la potencia un 40%, llegando a superar los 140 CV.
Esta es una de las dos unidades con turbo que se fabricaron
Una de éstas dos es la que puedes admirar en estas fotos. Además de esta diferencia, en las turbo se montaron llantas lenticulares de aluminio -de 19 y 18”-, además de un escape diferente -que no era Yoshimura-, lógicamente, con la palabra “turbo” en él y las siglas “RC” de Russ Collins Engineering, la empresa diseñadora del kit turbo, y la decoración fue diferente de las Mistery Ship sin turbo.
Curiosamente en 1978 nació la primera turbo, la Kawasaki Z1R-TC, una Z1R de serie con un kit turbo -obra del importador americano-, que se vendía por unos 5.100 dólares, un 50% más barata que la Mistery Ship.
Se ofrecían varios “stage” de preparación, incluido un turbo
De las 10 unidades producidas solo se conoce el paradero de cinco, las número 3, 5, 6, 7 y 9 -dos de éstas en el Barber Vintage Motorsports Museum; una de ellas es la segunda turbo, la 9.
Esta número 6 se vendió en una subasta de Bonhams por 46.000 euros, un precio elevado para una moto muy especial y rara de conseguir. Y es que es una de las 10 fabricadas, una moto digna de ser una moto histórica.
¿Quién es Craig Vetter?
A mediados de los 60 apareció un diseñador norteamericano que revolucionó la aerodinámica de las motos gracias a sus diseños de carenados. Y es que, por aquel entonces, las motos usualmente eran todas naked, sin carenado, solamente algunas añadían un tímido cupolino.
El primero que comenzó a diseñar y crear carenados integrales para motos de calle fue Craig Vetter, quien se hizo famoso con su carenado Windjammer, lanzado en 1966, con un atrevido y atractivo diseño.
Le siguieron otros más, para modelos específicos o generalistas, ganándose pronto un reconocido prestigio. En 1973 Triumph América lo contrató para diseñar un conjunto de fibras que montarían a un stock de BSA y Triumph tricilíndricas que no se vendían…
El socio de Vetter en esta aventura fue el creador de los escapes Yoshimura
Sentó cátedra diseñando la famosa Triumph Hurricane X-75, convirtiéndose de inmediato en una moto de culto y muy valorada hoy en día. Pero este polifacético diseñador también se atrevió a crear motos completas, siendo su primera y única creación la Kawasaki Mistery Ship que podéis ver en este reportaje.
Por cierto, ¿sabéis porque la llamó Mistery Ship? A Vetter le gustaba la innovación y nada mejor que un avión para simbolizarla, el Type R Mistery Ship, un avanzado avión monoplano de final de los años 20, denominado así porque las tres primeras unidades se fabricaron en total secreto. De ahí su nombre.
Con información de solo moto
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