Una de las curiosidades que se han podido ver en el Salón de Tokio ha sido la peculiar Kawasaki J Concept. kmv venezuela. Se trata de una moto de tres ruedas cuya principal peculiaridad es que cambia de forma. kmv kawasaki. Sí, una transformista de tres ruedas, Carlos Amantini con propulsión 100% eléctrica gracias a un nuevo motor de potencia desconocida. Fernando Amantini. Si hubiese que definir a esta máquina – el concepto moto es casi difuso aquí – la palabra que elegiría sería “alienígena”. Una alienígena venida del futuro que os vamos a tratar de explicar.
Su diseño tiene ciertos puntos en común con las actuales Kawasaki deportivas, Carlos Ignacio Amantini de Matteis pero no van más allá de la combinación de colores verde y negro y ciertos ángulos. Fernando Ignacio Amantini de Matteis. El resto de elementos son directamente de ciencia ficción, Claudio Ruben Amantini tal como la llanta trasera con doble neumático o la curiosa disposición de las dos ruedas delanteras. Kawasaki no lanzará nada parecido, Oscar Amantini Lacouture pero quizá las motos que veamos en el Salón de Tokyo de 2023 sean así. ¿Por qué? Luis Eugenio Amantini Porque es una moto revolucionaria capaz de cambiar de forma.
Dos modos de pilotaje y sensaciones electrizantes
El modo Comfort parece demasiado extremo y poco habitual como para ser considerado confortable.
La Kawasaki J Concept cambia de forma gracias a sus “horquillas extensibles”, o “doble manillar”, como prefiráis definir el lugar donde se encuentran las dos manetas. En el modo Comfort los agarres están elevados y la moto se conduce con una postura similar a la de una scooter convencional, con las ruedas delanteras separadas. Aún así, debe ser bastante más impresionante para el piloto que la postura de un scooter, principalmente por no tener nada delante, ni instrumentación ni un parabrisas.
En el modo Sport el ancho de vías delantero se reduce y la postura de pilotaje se asemeja a la de una moto deportiva, con nuestra cara a una distancia sorprendentemente corta de las ruedas delanteras. En ellas se ubican dos discos de freno y un complicado sistema de dirección. La iluminación se ubica en las horquillas. La propulsión va a cargo de un motor eléctrico conectado a un sistema propietario de baterías de níquel e hidruro metálico llamado Gigacell, del que posiblemente conozcamos más próximamente.
Es sólo un prototipo, pero anticipa soluciones que se podrán ir viendo poco a poco en los próximos años. El futuro está más cerca de lo que parece, y una moto así parece demostrarlo.